Pese a los millones de peticiones contrarias a esta ley, las manifestaciones multitudinarias y las peticiones específicas al Rey para que no sancionara con su firma la nueva ley del aborto impulsada por el gobierno socialista, el Rey de España ha sancionaldio la ley, que ha sido publicada ya en el Boletín Oficial del Estado y entrará en vigor en el verano.
El Rey ha desoído el clamor ciudadano que se ha manifestado de diversas formas y de manera multitudinaria contra el aborto y, en concreto, contra la nueva ley que ha impulsado el ministerio de Igualdad del Gobierno socialista.
Ni las manifestaciones ciudadanas, ni las recomendaciones de un buen número de teólogos, ni las más de 62.000 firmas recogidas a través de la web www.majestadnofirme.com han sido suficientes.
El Rey ha rubricado la nueva Ley del aborto, que ayer se publicó en el Boletín Oficial del Estado.
De esta manera, el Rey desoye uno de los últimos llamamientos a reconsiderar dicho acto, proveniente de la mayor organización pro vida del mundo: Vida humana Internacional.
Su presidente, Thomas Euteneuer, alertaba en las últimas horas de que «el mundo está atento» para ver si el Rey Juan Carlos «abdicará del liderazgo moral de la nación y firmará la sentencia de muerte de millones de niños españoles que serán asesinados a través del aborto».
Euteneuer también ha señalado, según reporta Life Site News, que el Rey «ya ha sido cómplice, por su firma, en la muerte de millones de personas al firmar la ley del aborto de 1985 y otras legislaciones inmorales como la de las uniones homosexuales de 2005»
Los obispos y el «caso único»
Tras la última reunión de
Vida Humana Internacional, sin embargo, considera que esta posición es errónea. En el ejercicio de sus funciones, «el Rey no pierde los derechos y deberes inherentes a la persona humana, ni los inherentes a ser católico»asegura Euteneuer, que añade que el Monarca tiene «el derecho y el deber de actuar conforme a su conciencia como católico».
«Todos los reyes católicos de España, en especial Isabel y Fernando, estarían horrorizados ante la posibilidad de firmar semejante legislación asesina y sostendrían un juicio severo de un rey que abdicara de la responsabilidad moral hacia su pueblo con un acto de esta naturaleza», enfatiza Euteneuer.
Por ultimo, Vida humana Internacional ha realizado un llamamiento a
La versión de
Según
Según estas misma fuentes, «no hay resquicio legal para no firmar» y «hacer algo así rompería el esquema democrático actual en España».
En 1990, cuando una ley propuesta por Roger Lallemand y Lucienne Herman- Michelsens, que ampliaba los supuestos legales del aborto, fue aprobada por el Parlamento, Balduino rehusó sancionarla, un acto sin precedentes en la historia belga. La sanción real en la mayoría de las monarquías constitucionales modernas es una formalidad. Aún así, por sus convicciones religiosas, Balduino pidió al Gobierno belga que declarara su incapacidad temporal de reinar para así evitar firmar la norma abortiva.
El gabinete de Wilfried Martens accedió a su propuesta el 4 de abril de 1990. la ley fue firmada por el Gobierno y al día siguiente el gobierno declaró que Balduino estaba de nuevo capacitado para reinar.